Ébola: usarán una estrategia desarrollada en la Argentina
La subdirectora general de la Organización Mundial de la Salud, Marie Paule Kieny, anunció ayer en Ginebra que, mientras se ponen en marcha pruebas clínicas para probar la seguridad y eficacia de potenciales vacunas contra el ébola, en las próximas semanas empezará a utilizarse en Liberia plasma de pacientes ya recuperados para tratar a los enfermos.
La primera epidemia de mal de los rastrojos o enfermedad hemorrágica argentina, descripta por el doctor Rodolfo Arribalzaga en Junín y Chacabuco, se produjo en el noroeste de la provincia de Buenos Aires. Sólo seis meses más tarde virólogos locales aislaron el agente causal, que se bautizó virus Junín.
Después de obtener un máster en Salud Pública en la Universidad de Harvard y otro en Epidemiología de la Escuela de Medicina Tropical de la Universidad de Londres, Maiztegui retornó al país para trabajar en el Cemic y enseguida inició sus trabajos de investigación sobre esta enfermedad, que afectaba principalmente a peones rurales.
En 1978, se creó el Instituto Nacional de Virosis Hemorrágicas, que dirigió desde su creación hasta su muerte. La entidad, que hoy lleva su nombre, es actualmente un centro nacional y regional de referencia en el diagnóstico de laboratorio del hantavirus, el dengue y la fiebre amarilla.
El brote que se registra en Guinea, Sierra Leona y Liberia es considerado el más grave de la historia de la enfermedad y ya causó la muerte de más de 4500 personas. El 29 de julio pasado, el virólogo argentino residente en París Pablo Goldschmidt había recomendado esta estrategia en una nota que publicó LA NACION.
El Maiztegui, un centro de referencia
- El Instituto Nacional de Estudios sobre Virosis Hemorrágicas fue creado en marzo de 1978 con la misión de diseñar, organizar, implementar y coordinar las acciones tendientes al control y la prevención de la fiebre hemorrágica argentina o mal de los rastrojos.
- Además del tratamiento con plasma hiperinmune, en el Instituto Maiztegui también se desarrolló una vacuna con el virus Junín atenuado.
- Actualmente, es un centro colaborador de la Organización Mundial de la Salud.
Fuente: La Nación