Ocho cuestiones del linfoma que tal vez no sabías
¿Lo sabes todo sobre el linfoma? Es uno de los principales tipos de cáncer de sangre, aunque no el más frecuente. De prevención desconocida y difícil diagnóstico, muchas veces el tratamiento está orientado a mejorar la calidad de vida del paciente. Aprende más sobre esta enfermedad con motivo de su Día Mundial, el 15 de septiembre.

Imagen del desarrollo y evolución de un linfoma. Sistema de estadios de Ann-Arbor/ Imagen facilitada por Celgene
El linfoma es un tipo de cáncer que no se encuentra entre los más comunes en la población. La doctora Dolores Caballero, jefe de Sección de Clínica del Servicio de Hematología del Hospital Universitario de Salamanca, explicó en el Curso sobre Oncohematología celebrado recientemente por los laboratorios Celgene, que “en España se dan entre 7 u 8 casos por cada cien mil habitantes al año”, siendo “enfermedades raras”. ¿Quieres saber más sobre este tipo de cáncer en la sangre?
1. Definición
Se trata de un tipo de cáncer que se produce cuando se da un fallo en la forma de actuar de los linfocitos (células que forman parte del sistema inmunitario). Esto provoca la creación de una célula anormal que se convierte en cancerosa. Una de las características de este cáncer es que tiene origen en los ganglios linfáticos, y, al igual que el resto de linfocitos, los cancerígenos pueden crecer en muchas partes del cuerpo: nódulos linfáticos, médula ósea, sangre, distintos órganos, etc.
Por ello mismo, la doctora indica que la presencia de este tipo de cáncer en otras partes del cuerpo “no puede interpretarse como metástasis, pues el sistema linfoide está en todo el cuerpo y en cualquiera de los lugares donde esté puede producirse”.
2. Tipos de linfoma
Hay 30 tipos de linfoma. La clasificación más común es diferenciar entre linfoma de Hodgkin y el no-Hodgkin (que se divide a su vez en linfoma no-Hodgkin de células B o de células T). “Aproximadamente el 60% se curan, en el caso de los linfomas de Hodgkin se curan un 80%”, explica la facultativa.
3. Población de riesgo
Los linfomas son más frecuentes en la sexta década de la vida. Aún así, la doctora indica que depende del tipo de linfoma, pues hay algunos que afectan, sobre todo, a la población joven. Es el caso del “linfoma de Burkitt, que se da en gente joven”.
4. Causas y prevención
La doctora señala que en la mayoría de los casos “no se sabe la causa de los linfomas”, excepto “bacterias como el Helicobacter pylori o algunos virus como el VIH, que juegan un papel relevante, aunque no único, en el desarrollo de algunos linfomas”.
Añade además que “la prevención no existe” cuando hablamos de este tipo de cáncer, aunque recuerda “que la vida sana es buena para todo, pues el sujeto sano va a tolerar mejor cualquier tratamiento”.
5. Síntomas
El síntoma más común que puede hacer sospechar sobre la aparición de un linfoma es la presencia de un bulto (una adenopatía). Los lugares más habituales donde se encuentran son cuello, axila e ingles, y casi nunca son dolorosos.
La fiebre (superior a 38º), fuertes sudoraciones nocturnas y la pérdida de peso pueden ser otros síntomas de esta enfermedad. También pueden aparecer otros síntomas más locales como adenopatías periféricas o agrandamiento del bazo (esplenomegalia).
6. Diagnóstico
Más allá de las exploraciones pertinentes, siempre es necesario realizar una biopsia ganglionar, que consiste en realizar una punción del ganglio afectado para extraer una muestra y analizarla. En función de los resultados, puede que el especialista realice otro tipo de pruebas como un análisis de sangre, radiografías, y otras más complejas como una biopsia de médula ósea, “para ver si esos linfocitos están en la médula ósea”.
Una vez que el hematólogo sabe el tipo de linfoma, es importante, para decidir qué tratamiento es el más adecuado, saber en qué etapa de la enfermedad se encuentra el paciente. Para ello, existe el sistema de Ann-Arbor, que es una clasificación que divide la etapa de la enfermedad en cuatro estadios:
- Estadio I: la enfermedad afecta sólo a un territorio ganglionar o a una sola localización extralinfoide.
- Estadio II: afección de dos o más territorios ganglionares o estructuras linfoides en el mismo lado del diafragma.
- Estadio III: están afectados territorios ganglionares o estructuras linfoides a ambos lados del diafragma.
- Estadio IV: afección diseminada de una o más localizaciones extralinfáticas.
7. Tratamiento
El tratamiento del linfoma “es complicado, porque hay linfomas dificilísimos de diagnosticar”, explica la doctora, que añade que para decidir qué tratamiento llevar a cabo “hay que saber si el fin es curar o paliar síntomas”. Es decir, supervivencia o mejorar la calidad de la vida que quede.
Además, habrá que tener en cuenta factores como “el pronóstico, la edad y la fase de la enfermedad”, subraya la especialista. “Hay que tener en cuenta la enfermedad y el enfermo, y la edad es un factor fundamental”.
En función de todo, el tratamiento puede ser variado: agentes alquilantes (que atacan directamente el ADN para evitar la reproducción de las células cancerosas), anticuerpos, quimioterapia, radio-quimioterapia o la posibilidad de realizar un trasplante (reservado normalmente a gente joven que pueda soportarlo, pues es un tratamiento muy complicado).
8. Recomendaciones para pacientes
1. Alimentación adecuada para evitar la malnutrición y sus consecuencias, como la sensación de debilidad y astenia.
2. Una dieta equilibrada es fundamental, en la que estén presentes carbohidratos, proteínas y grasas.
3. Ejercicio físico. Siempre consultando con el doctor, puede ser beneficioso para las defensas inmunológicas.
Fuente: Agencia EFE